Quiero agitar todos tus abrazos en esta ciudad de gallos afónicos, que se pisa los cordones desatados, dónde no se puede llegar a viejo sin haber bajado, al menos, una vez al infierno.
Sólo hay versos en los pasos de peatones y la luna se pasea con mascarilla en un quirófano de reojo y revolcones, recordando lo que quiso olvidar, agitando el marcapasos de ilusiones que sólo se compran en purgatorios.
Pienso agotar todos tus abrazos pero, antes de morir, concédeme un último baile.
domingo, 1 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que cada abrazo que te den sea como el primero
ResponderEliminarBesos abrazados
Deja algún abrazo para mi...
ResponderEliminarme sorprende tu vena escritora mia :)
ResponderEliminarcada día me gusta más
que imaginación!! deja un poco para los demás ejejj
besotes preciosa
Cada vez me sorprende más tu otra cara...
ResponderEliminarEn esta ciudad se pasa de joven a viejo sin ni siquiera darte cuenta de la adolescencia.
O, quizás es mi forma de verlo.
Un besito pecaminoso!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminary quién quieres que te dé esos abrazos?
ResponderEliminar