y una estrella se desangra en el asfalto.
Tengo los codos negros de apoyarme en las barras
de cien bares para sólo mirarte hablar sabias incongluencias.
"Es verdad que sólo morimos dos veces
y el mejor amigo de la mujer son los diamantes"
Pensé que te equivocabas, mi pequeña Marilyn,
pero tenías razón: sólo me queda una vida deshojada
y si hubiera buscado joyas ahora no tendría el pecho atracado.
Me besaste en los labios como quien sella un secreto
y cruzaste la calle. ¡Ay Marilyn! te acuchillaron cientos de faros.
Alguien me traicionaba en otro mundo paralelo
y junto a tu cádaver resplandeciente yo gemía:
Los cielos rojos son para daltónicos
y una estrella se desangra en el asfalto.
lunes, 6 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
que razón tienes!!
ResponderEliminarbesotes
marilyn siguió su camino, tú cuál sigues?
ResponderEliminarMe dio pena la estrella...
ResponderEliminar